Santo Domingo,RD.- El paso del huracán Fiona por la región Este del pais dejó grandes daños, los que incluyen comunidadades incomunicadas, daños en la agricultura, averías eléctricas y destrucción de propiedades .
Cientos de familias fueron desplazadas de sus viviendas y otras quedaron sin ellas como producto de los fuertes vientos causados por el fenómeno.

Las inundaciones son notorias en muchas de las comunidades de las provincias de el Seibo y La Altagracia donde hubo desbordamientos de ríos.
Los daños en El Seibo son millonarios, ya que el embate del fenómeno atmosférico causó serios daños en sus barrios y comunidades como Las Cuchillas, la que quedó incomunicada, debido a un desbordamiento de las aguas en el denominado Badén, en esa localidad.
En comunidades como Pedro Sanchez, Candelaria, Los Corazones y otras, los daños son cuantiosos.
En su municipio cabecera, el Centro de Operaciones de Emeegencia logró reubicar a cientos de familias en refugios como el Politécnico Fe y Alegría, la Iglesia Betel y otros.
En la avenida Manuela Diez, considerada la principal de esa ciudad, y otras vias de allí se observan letreros en el suelo, techos de asbesto, madera y zinc, además de cables del tendido electrico.
Lo mismo sucedió con la antena de la emisora Radio Seybo, en la calle Libertad del sector Los Hoyitos.

Paredes de edificaciones, lámparas, árboles y otros objetos permanecían en diferentes calles como muestra del desastre causado por Fiona.

Mientras que en Miches, municipio de El Seybo, su remodelado muelle, inaugurado hace alrededor de dos años, también quedó destruido.

El Centro de Control de la Red de EDE Este informó que se trabaja aceleradamente para normalizar los circuitos destruidos por los fuertes vientos en La Romana, Hato Mayor, El Seibo, Higüey, Bávaro, Yuma, Sabana de la Mar y Miches.
En lo relativo a Higuey, el fenómeno derribó árboles, paredes, vallas publicitarias, además de las inundaciones.
Allí las aguas del río Duey penetraron al barrio Los Platanitos causando inundaciones en numerosas viviendas.

Allí la ciudad permanece sin energía eléctrica, al igual que sus comunidades aledañas.