
Santo Domingo, R.D. – El secretario de Relaciones Internacionales de Fuerza del Pueblo (FP), Manolo Pichardo, reaccionó a las recientes declaraciones del canciller de la República, Roberto Álvarez, quien instó a los miembros de la Antigua Orden Dominicana a manifestarse ante las Naciones Unidas para exigir el respeto a las leyes migratorias dominicanas. Pichardo expresó que estas declaraciones del canciller no le resultan sorprendentes, ya que confirman lo que ha venido denunciando sobre la falta de una política exterior propia en el actual gobierno.
“Esta administración no tiene una política exterior clara ni definida. Las palabras del canciller no solo refuerzan estas afirmaciones, sino que sugieren que el gobierno no tiene la independencia suficiente para tomar decisiones sobre políticas internas. Pedir que se reclame a un organismo internacional el control migratorio del país es una clara señal de que no tenemos un gobierno propio, sino uno que delega sus funciones soberanas”, manifestó Pichardo.
El dirigente de Fuerza del Pueblo indicó que las declaraciones del canciller reflejan la admisión de que las decisiones sobre política exterior y temas nacionales no se toman por las autoridades dominicanas, sino por organismos internacionales o países cuyos intereses no siempre están alineados con la agenda nacional ni la defensa de los intereses del pueblo dominicano.
Pichardo destacó que la República Dominicana, como nación soberana, no ha cedido soberanía a ningún organismo multinacional, y subrayó que la responsabilidad sobre temas como la migración recae exclusivamente sobre las autoridades del país. Recalcó que estas fueron escogidas mediante procesos democráticos para gobernar y defender los intereses nacionales.
El expresidente del Parlamento Centroamericano (Parlacen) también afirmó que las declaraciones de Álvarez reafirman lo que desde el inicio de este gobierno ha venido denunciando: que el tema migratorio ha sido instrumentalizado con fines políticos y electorales de manera irresponsable, sin considerar el daño que esto podría ocasionar a la soberanía e integridad territorial del país.
“Lo que estamos viendo es un gobierno que ha fallado en ejercer el control total sobre sus propios asuntos, y eso no puede seguir siendo el camino. La defensa de la soberanía nacional debe ser una prioridad”, concluyó Pichardo.