
ROMA (AP).-El papa Francisco descansaba el martes después de sufrir nuevos contratiempos en su lucha contra una neumonía bilateral: dos nuevas crisis respiratorias agudas que le obligaron a volver a utilizar ventilación mecánica no invasiva para respirar.
En su parte del martes por la mañana, el Vaticano señaló que el pontífice argentino “durmió toda la noche, ahora sigue descansando”.
Francisco, de 88 años, sufrió las dos crisis el lunes. Los doctores extrajeron “copiosas” cantidades de moco acumuladas en sus pulmones, según indicó el Vaticano en un comunicado tardío.
Se le realizaron dos broncoscopias, en las que se introdujo un tubo con cámara en sus vías respiratorias con un succionador en la punta para extraer los fluidos.
El papa, que padece una enfermedad pulmonar crónica y se le extirpó parte de un pulmón cuando era joven, volvió a recibir ventilación mecánica no invasiva: una máscara que le cubre nariz y boca y bombea oxígeno a los pulmones.
Se mantuvo alerta, orientado y cooperó con el personal sanitario, apuntó el Vaticano.
El pronóstico seguía siendo reservado, lo que significa que no está fuera de peligro.
Los médicos no dijeron si se mantenía en condición estable, aunque se refirieron a las crisis en pasado, lo que sugirió que ya habían terminado.
Las crisis fueron un nuevo revés en lo que se ha convertido en una batalla de más de dos semanas del débil religioso para superar una compleja infección respiratoria.
El Vaticano indicó que el moco que se había acumulado en los pulmones de Francisco era la reacción de su cuerpo a la neumonía original y no una nueva infección, dado que las pruebas de laboratorio no indicaban la presencia de ninguna nueva bacteria.
El doctor John Coleman, médico de cuidados intensivos pulmonares en el Northwestern Medicine en Chicago, dijo que los episodios del lunes eran más preocupantes que el que había sufrido el viernes, cuando un ataque de tos le hizo inhalar algo de vómito que tuvo ser extraído y se le colocó ventilación mecánica no invasiva durante un día.
Haber recurrido a las broncoscopias refleja un preocupante nivel de moco y flema en los pulmones, apuntó Coleman. “El hecho de que tuvieran que entrar y retirarlo manualmente es preocupante, porque significa que no está eliminando las secreciones por sí mismo”, añadió.
“Da pequeños pasos hacia adelante y luego retrocede”, señaló Coleman, que no está involucrado en la atención que recibe Francisco.
El papa, que no es físicamente activo, utiliza silla de ruedas y tiene sobrepeso, ha estado recibiendo fisioterapia respiratoria para intentar mejorar su función pulmonar.
Pero la acumulación de secreciones en los pulmones era un signo de que no tiene el tono muscular suficiente para toser con la suficiente fuerza como para expulsar el líquido.
Los médicos suelen utilizar la ventilación no invasiva para evitar una intubación, o el uso de ventilación mecánica invasiva.
El pontífice no ha estado intubado durante esta hospitalización. No está claro si ha dado instrucciones previas sobre la atención que quiere recibir en el caso de que decaiga o pierda la conciencia.