Por Adriana Díaz Tirado/El Nuevo Dia
PUERTO RICO.-Tras su sorpresiva llegada el martes, un manto de incertidumbre revestía este miércoles la permanencia del primer ministro de Haití, Ariel Henry en Puerto Rico, en momentos en que el secretario de Estado, Omar Marrero, no pudo especificar cuándo el dignatario regresaría al vecino país caribeño azotado por una grave crisis política y líderes haitianos radicados en la isla exigieron su renuncia.
En entrevista telefónica con El Nuevo Día, Marrero explicó que el Servicio de Seguridad Diplomática es la agencia federal encargada de proveer seguridad a funcionarios como Henry cuando están en territorio estadounidense, al igual que el Servicio Secreto y las demás dependencias de índole similar con presencia local.
Al planteársele las preocupaciones de líderes haitianos, que exigen la renuncia de Henry y rechazan que se le brinde asilo, el secretario señaló que no le consta que el primer ministro haya pedido dicho recurso y enfatizó en que este tiene planes de volver a Haití, pero no precisó en qué momento.
“Él (Henry) no está solicitando asilo. La información que tenemos es que está trabajando en sus planes de viaje para regresar a su país. En ese sentido, esa información que mencionas –de que está solicitando (asilo)– no nos consta. Lo que te puedo asegurar es que está coordinando con su equipo esos planes de viaje de regreso”, dijo.
Por razones de seguridad, Marrero no entró en detalles de cuánto tiempo Henry pasará en Puerto Rico ni en qué hotel permanece mientras planifica su regreso a Haití. El Nuevo Día supo, a través de fuentes, que el político se hospeda en un hotel de Isla Verde, donde en la tarde de este miércoles se reportó una protesta pacífica por la presencia del primer ministro.
“Tiene que dejar el poder”
Por separado, líderes haitianos en Puerto Rico repudiaron la presencia de Henry en la isla y reclamaron su renuncia como primer ministro. El padre Olín Pierre, por ejemplo, exigió la dimisión al señalar el “mal gobierno” del político.
Henry, un neurocirujano de 74 años, asumió el cargo el 20 de julio de 2021, tras el asesinato del entonces presidente, Jovenel Moïse,quien lo nombró dos días antes de su muerte. La intención de Moïse era que Henry integrase a fuerzas de distinto color político en su gabinete, con el fin de calmar las tensiones y convocar elecciones, las cuales siguen sin celebrarse.
“Él tiene que dejar el poder. Él no puede entrar a Haití. El pueblo haitiano lleva un mes en la calle porque no lo queremos. En Haití, no lo queremos ya”, esbozó el sacerdote, quien se expresó preocupado por su familia en Jérémie, su natal ciudad al sudeste de Haití.
Entretanto, el líder comunitario Leonard Prophil hizo un llamado a “todos los haitianos que residen en Puerto Rico y Estados Unidos a que se reúnan para protestar y exigir que (Henry) renuncie”.
El doctor Paul Latortue, exdecano de la Facultad de Administración de Empresas de la Universidad de Puerto Rico,recinto de Río Piedras, recalcó, por su parte, que el pueblo haitiano no favorece la figura de Henry y su legitimidad está lacerada.
“El primer ministro no cuenta con gran apoyo. La mayoría de la gente quiere que se vaya. Pienso que ha tratado de hacer algo que no ha podido manejar y que los resultados que él esperaba no han aterrizado”, argumentó.
Latortue aseveró que “la Constitución haitiana y las instituciones democráticas no están funcionando”, ante el incremento acelerado del control de las gangas en el país.
“Las gangas también están bregando con el trasiego de droga que sale desde países suramericanos y pasan por Centroamérica y el Caribe. Haití parece ser un lugar preferido, porque no hay suficiente vigilancia de la costa”, expuso el economista.
Dominicana no permitió su entrada
Antes de ingresar a Estados Unidos, Henry estaba en Kenia, donde firmó un acuerdo con el gobierno del país africano a raíz de una resolución que se aprobó, el año pasado, en el Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas, explicó Marrero.
Añadió que, al primer ministro, no se le permitió aterrizar en República Dominicana, país con el que Haití comparte frontera, porque el plan de vuelo no estaba actualizado.
Entonces, como ya estaba en Estados Unidos, llegar al Aeropuerto Internacional Luis Muñoz Marín, en Isla Verde, era “más fácil” por tratarse de un vuelo doméstico.
“Estando en coordinación con el Departamento de Estado federal y la División de Seguridad Diplomática, se tomó la decisión de llegar a Puerto Rico”, declaró Marrero.
Este miércoles, el gobierno dominicano confirmó que, el 4 y el 5 de marzo, los gobiernos de Haití y Estados Unidos preguntaron si Henry podía aterrizar en el país con una “escala indefinida”, según el periódico Listín Diario.
“Es fundamental destacar que la República Dominicana mantiene la disposición a seguir cooperando con la comunidad internacional para facilitar el retorno de Haití a la normalidad. No obstante, es imperativo que cualquier acción adoptada no comprometa nuestra seguridad nacional”, estableció el presidente dominicano, Luis Abinader, en un comunicado de prensa.
Asimismo, el diario The Miami Herald dio a conocer que Henry llegó a Puerto Rico, luego de que el gobierno de Estados Unidos le presentó una “propuesta” para que renunciara al cargo.
Marrero, por último, lamentó la crisis protagonizada por la violencia de las gangas en Haití, las cuales, incluso, tomaron control del aeropuerto de la capital haitiana y dos prisiones importantes, dejando escapar a más de 5,000 confinados.
“El pueblo de Puerto Rico siempre se ha mostrado y se mostrará solidario con lo que le sucede al pueblo haitiano. Esperamos que se pueda establecer ese orden que el gobierno federal está liderando con los distintos países, que van a ayudar en ese esfuerzo y convocar una elección democrática (en Haití)”, expresó.